RAVENTÓS I BLANC

Raventós i Blanc es la historia de una familia ligada a su tierra, con una tradición vitivinícola que se remonta a más de 500 años, como demuestran los documentos antiguos que aún se conservan en la finca. La finca Raventós i Blanc, que pertenece a la familia Raventós desde 1497, cuenta con 300 hectáreas de viñedos, bosques y un lago en Sant Sadurní d´Anoia. Siguiendo esta línea de sucesión, en 1872 Josep Raventós Fatjó elaboró el primer vino fermentado en botella de España con uvas autóctonas de esta finca. Raventós i Blanc, la tradición vitivinícola más larga y documentada del mundo, propiedad de la misma familia desde 1497. Raventós i Blanc, fiel a su tradición, hace de la relación entre el ser humano y la naturaleza el centro de la filosofía de elaboración del vino. Para conseguir vinos de la mayor autenticidad y tipicidad han vuelto al método tradicional de cultivo de la vid, que ya se utilizaba en la finca en 1497: la interacción entre la tierra, el microclima, las vides, los animales y las personas que trabajan en la finca. Su objetivo es que su finca sea tratada con la máxima autenticidad y tradición, dando prioridad absoluta a los suelos, el clima y las variedades de uva autóctonas. En noviembre de 2012, la familia decidió abandonar la DO Cava y crear su propia denominación de origen más estrictamente definida y geográficamente específica: Conca del Riu Anoia. Nació para crear vinos procedentes de una única finca, un clima específico, unas variedades de uva autóctonas y una forma de viticultura rigurosa, bien definida y respetuosa, es decir, un fiel reflejo del lugar de donde procede el vino; el Valle del Río Anoia. Una finca con el terruño perfecto para producir, probablemente, el vino espumoso más mineral.